Por Carlos Rodríguez -
Me duele ver como los jóvenes de nuestros días han desarrollado "un hábito inusual", que aunque es moda para ellos, para mí, es una desviación de los valores familiares y la misma naturaleza humana. Hoy, salimos a las calles y nos encontramos con los hijos de nuestros vecinos, amigos y hasta familiares, con una moda que ha invadido todas las clases sociales. Me refiero, a la moda de los pantalones caídos o “shaggy-pants” y que al parecer, a los padres de éstos jóvenes, para nada les preocupa.
Esta moda que sin lugar a dudas pretende incitar un vulgarismo colectivo, se originó en los años 90 entre los jóvenes de raza negra, para luego extenderse muy rápidamente por todo el mundo; es también una moda que ha confundido las tradiciones culturales, incitando al disfrute del cuerpo e influenciando a los más jóvenes a hundirse en un agujero eterno de desorden moral. Y aunque para muchos es una simple moda, la realidad es que, ha llegado para generar el derrumbe y el colapso cultural de nuestros jóvenes de hoy día.
Pero la realidad, es que éstas corrientes de “moda” se están encargando de envenenar la mente de los pobres chicos, que a diario se ven enfrentados ante el bombardeo publicitario de una sociedad consumista que se ha convertido en un consorcio de ‘copy-catters, donde, si no tienes lo que los “otros” tienen, pasas a ser parte de los ‘nerds’.
Así, la transformación de nuestros valores va de la mano con un estímulo de competencia entre los jóvenes en las escuelas, donde el más “cool”, es aquel que tiene la ropa más cara o los ‘sneakers’ de última moda, incitando al bullying y a las feas miradas de sus compañeros.
Lo triste de todo es, que quienes pueden influenciar en los jóvenes (sus padres), a que se percaten de que sus exagerados gustos, son antivalores, pareciera que tampoco les importa. Porque, en vez de corregir a sus retoños, incentivan la continuidad de este estado de cosa, con la compra de “caprichos” (o dándoles el dinero) para que alimenten esta mentalidad desordenada, la que con el paso del tiempo, se está convirtiendo en una tendencia que está derrumbando los principios morales de todas las familias, sin importar la clase social, la religión, o el grupo étnico.
Ese abismo en donde los valores han pasado a ser parte del pasado, y donde la buena costumbre se esta extinguiendo poco a poco, es lo vamos a tener de referente en un futuro no muy lejano. El no respeto por uno mismo, la falta de dignidad y el acato de lo que los demás quieren, es el mal con el que tendremos que luchar en los años venideros.
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