Por: Víctor Corcoba Herrero/ Escritor
corcoba@telefonica.net
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Estamos
destrozando el planeta y los gobiernos hacen nada, o bien poco, para crear
condiciones que permitan a todas las personas vivir lo más saludablemente
posible. Los datos son concluyentes, no engañan. La mayoría de las ciudades del
mundo registran altos índices de polución en el aire, lo acaba de advertir la
Organización Mundial de la Salud (OMS). El estudio también apunta que,
comparado con años anteriores, existe un daño realmente preocupante; en la
medida que se constata un incremento de enfermedades cardiacas y accidentes
cerebrovasculares, así como respiratorias y cancerígenas. Bajo esta angustiosa situación,
urgen nuevos modos de desarrollo que alivien este clima de ahogo, y también otra
manera de custodiar el planeta. Proteger y defender la salud, debiera ser
prioridad y deber permanente de todos los Estados. Parece que no lo es. Verdaderamente,
cuesta entender la falta de vigilancia o la impunidad hacia los causantes de
este perjuicio atmosférico.